Monday, December 30, 2013

discurso


50. La humildad es caritativa, interpretando todas las cosas para el mejor y más compasiva y excusar las faltas de los demás tanto como sea posible. Por esta razón, San Pedro, queriendo exhortarnos a amar y tener compasión de nuestros semejantes, también nos exhorta a la vez de ser humilde: "Tener compasión una de otra, por ser amantes de la hermandad ----- humilde ", [1 Ped. iii, 8] para el que no puede haber caridad sin la humildad, y por lo tanto para censurar y criticar con demasiada facilidad las acciones de nuestros vecinos y para juzgar y hablar mal de ellos son los vicios que se oponen directamente a la virtud de la humildad. ¿Quién me ha dado el poder para juzgar a mis hermanos? Cuando me constituyen, pues, a mí mismo su juez y en el tribunal de mis pensamientos condeno primero uno y luego otro, estoy usurpando una autoridad que no poseo y que pertenece sólo a Dios: "Porque Dios es el juez." [Ps. xlix, 6] Y si esto no es el orgullo, ¿cuál es el orgullo? En castigo de tal arrogancia Dios a menudo nos permite caer en las mismas faltas que hemos condenado en los demás, y es bueno para nosotros recordar la enseñanza de St. Paul: "Por lo cual eres inexcusable, oh hombre, quienquiera que seas tú que juzgas. Por lo que juzgas a otro te condenas a ti mismo ". [Rom. ii, 1] Siempre hay algo de orgullo farisaico en el corazón de aquel que juzga y habla mal de los demás, porque en menospreciar a los demás que se enaltece. Es en vano que tratamos ahd cubrimos nuestra habla mal bajo el velo de un buen motivo, sino que siempre debe ser el resultado del orgullo que es rápido para encontrar las debilidades de los demás sin dejar de ser ciegos a su propia cuenta.
Si somos culpable de orgullo que vamos a tratar de enmendar y no halagar a nosotros mismos de que poseemos el menor grado de humildad, hasta que por nuestras buenas resoluciones cuidadosamente realizadas hemos mortificado nuestro mal tendencia a hablar mal del prójimo.Escuchemos el Espíritu Santo: "¿Dónde está el orgullo también será reproche, pero donde la humildad es también es la sabiduría." [Prov. xi, 2]
El hombre orgulloso es desdeñoso y arrogante en su discurso, y los humildes solo sabe hablar bien y con sabiduría. Si hay humildad en el corazón que se manifiesta en el discurso, porque "El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo que es bueno." [Lucas vi, 45]

No comments:

Post a Comment